En Jalisco ese registro se realizó a partir de las notas periodísticas, ya que en el estado no existen datos oficiales respecto a ese tema.
Así mismo, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, presentada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) detalló que en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), los homosexuales son una de las comunidades más discriminadas.
(Jonathan Ávila, Reporte índigo).
En México, desde temprana edad se discriminan a los niños afeminados, por medio de la violencia (“bullyng”) y estos niños crecen con prejuicios, de qué lo que les está pasando está mal. Al momento de llegar a ser adultos, los inundan con ofensas por sus atracciones sexuales y acaban con su confianza, simplemente los convierten en personas infelices. Es por esto que es necesario, inculcar desde temprana edad a los niños para que vean que la homosexualidad es algo normal y no lo vean como algo malo.
La religión juega un gran papel en esta problemática, ya que la homosexualidad es algo muy penado por ella, independientemente de cual sea esta.
El posicionamiento de la Iglesia en general ha sido muy negativo en la valoración de este tipo de postura o comportamiento sexual. Históricamente hablando, la Iglesia cristiana, tanto católica como protestante, siempre ha condenado las "prácticas homosexuales". Para ello se basaba por un lado en la filosofía "natural", y por otro, en las mismas fuentes bíblicas. Ambos caminos han estado altamente cuestionados en las últimas décadas.
En México el incremento de la diversidad religiosa así como la creciente visibilidad de la diversidad identidades sexuales y de género se entrelazan para mostrar cómo, a diferencia de lo que el catolicismo ha establecido históricamente, en algunas iglesias y comunidades del campo religioso cristiano se produce una inclusión a la diversidad, a través de marcos morales en los que la heterosexualidad deja de ser el eje articulador de las normas, de los valores y de las representaciones que marcan el bien y el mal, lo aceptado y lo no aceptado, lo sancionable y lo que se inscribe dentro de la libertad individual.
La homosexualidad no es un defecto, si no, son gustos diferentes de personas que no se sienten felices con su atracción por el sexo opuesto,
Es algo que debe ser respetado. Al momento de que ellos te guardan respeto, nosotros también debemos darles el respeto que se merece.
La forma retrógrada de pensar de las personas en México, así como su forma de pensar han contribuido a acabar con el sueño de un homosexual de ser feliz, siendo este un derecho que por nacimiento que nos corresponde como individuos.
El ser homosexual no cambia a una persona, ni perjudica a la gente a su alrededor, un homosexual tiene los mismos derechos que un heterosexual. La única diferencia entre un heterosexual y un homosexual, son sus atracciones sexuales, sin embargo no podemos juzgar a una persona por ello. Debemos de respetarlos, así como respetamos las ideas, creencias o tradiciones de la diferentes culturas o sectores sociales; ejemplo de esto es que así como respetamos la religión budista, católica, cristiana, etc., o inclusive con cosas mínimas como el respetar las preferencias de dicho equipo representativo de un deporte en particular, así debemos de respetar el que una persona o un sector de la población tiene preferencias por su mismo sexo.
Debemos dejar de mal ver a las personas, solo porque no encajan en la media a la cual nos acostumbraron desde pequeños, hoy día tenemos la oportunidad de enseñarle a nuestros hijos, nuevas formas y percepciones de un entorno cada vez menos sui géneris.
Yo en lo personal, tendré a bien confesar que; me cuesta trabajo ver besándose a dos hombres, sin embargo, respeto y mejor volteo para otro lado, antes de señalar o insultarles por ello.
Evitemos postergar lo inevitable, la homosexualidad es una anciana que ha existido desde siempre, la tolerancia a ella, es la que aún está en pañales.
Salu2...
Comunicólogo.